Después de intensa labor de convencimiento por parte de Any, por fin nos organizamos para ir al Salto (el de Aldama), del 2 al 4 de abril. El Salto es un paseo donde puedes acampar y bañarte en un río con una cascada pequeña, pero muy padre.
Any ya había ido como chorrocientas veces (bueno, como 5), así que era la guía oficial. Fuimos mami, papi, Cristy, Marcos, Any, José David, Mikey, Dany, y de novios, Manolo y Ceci (de Cristy y de Marcos, para los que no los conocen).
La verdad que la pasamos muy bien. Tuvimos que prender fogata, para cocinar y alejar a los animales salvajes (bueno, por si acaso); traer el agua del río (desde luego que no hay agua potable ahí) y entre todos ayudar a armar las 4 tiendas de campaña donde nos quedamos.
La primera noche llovió y como la carpa de Mikey y José se trasminaba tuvieron que refugiarse con los otros muchachos. La segunda noche no llovió… cayó toda una tormenta con relámpagos, lluvia a cántaros y un viento tan fuerte que casi tumba las carpas. Gracias a Dios la cosa no pasó a mayores y en la mañana todos estábamos sanos y salvos.
Fue muy divertido tener qué hacer de todo por allá: ayudar a preparar la comida, traer la leña, pero tal vez la mayor incomodidad para la mayoría fueron las letrinas (todos se aguantaron lo más que pudieron) y una que otra garrapata. Además, al regresar todos valoramos más las comodidades de que disfrutamos en casa.
Fue una experiencia que todos disfrutamos, y sobre todo, que nos unió más como familia. Se las recomendamos!
Echenle un ojo a las fotos para que se hagan una mejor idea.
